El miércoles, manifestantes opositores, algunos encapuchados y otros con máscaras, golpearon y arrastraron por la calle a la alcaldesa del municipio de Vinto, Patricia Arce, del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS).
Vídeos y fotografías muestran que los agresores le rociaron pintura roja a Arce y le cortaron los cabellos exigiendo su renuncia, acusándola de haber organizado grupos de choque para desbloquear la zona.
Después de cuatro horas de vejaciones, la Policía rescató a la alcaldesa. Los manifestantes, armados con palos, explosivos y piedras, también quemaron la Alcaldía de Vinto.
"Si quieren matarme, que me maten y como he dicho: por este proceso de cambio voy a dar mi vida”, dijo Patricia Arce, alcaldesa del municipio boliviano de Vinto, a un grupo de la oposición.
En la misma jornada, grupos violentos que no aceptan la derrota de la oposición en las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, interceptaron una marcha masiva de mujeres campesinas que había salido a las calles de Cochabamba para rechazar el odio y el racismo de la derecha política.
Los radicales agredieron físicamente a las participantes que se habían congregado de manera pacífica en la ciudad, homónima de Cochabamba, provenientes de 16 provincias del departamento.
La oposición boliviana demanda la anulación de las votaciones del pasado octubre, en las que ganó el actual presidente indígena, Evo Morales, con una diferencia de 10,5 puntos respecto a su contrincante más cercano, el conservador Carlos Mesa.
El líder opositor boliviano Luis Fernando Camacho llegó el miércoles a La Paz, la capital, para entregarle al presidente Morales una simbólica carta de renuncia y advertirle que las protestas continuarán.
El mandatario denuncia que la oposición ha convocado masivas protestas y acciones, como intentos para cercar la sede del Gobierno, con el objetivo de perpetrar un golpe de Estado.
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