(09/11/19 - Brasil)-.El ex mandatario, en sus primeras declaraciones pronunciadas nada más salir de la prisión de la sede de la Policía Federal de Curitiba, donde ha permanecido recluido 19 meses, ha señalado que "travesuras" y "chismes" llevaron al "lado podrido" de la Fiscalía Federal, la Policía Federal y la Justicia de Brasil a tratar de criminalizar a la izquierda, al Partido de los Trabajadores (PT) y a su persona.
Lula también ha cargado contra el juez que procesó y ordenó su encarcelamiento. "Quiero que todos sepan que (el juez Sergio Moro) no encarceló a un hombre, quisieron encarcelar y matar una idea y las ideas no se encierran, no se matan", ha dicho el líder petista, que también ha llamado "mentiroso" al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Previamente, dirigiéndose a los miles de simpatizantes que lo esperaban a la salida de la cárcel, Lula ha destacado "la dimensión" de ese momento y ha agradecido el acompañamiento perenne de sus seguidores mientras estuvo privado de la libertad.
"No importa si llovía, si hacían 40 grados o si hacían cero grados, todo el santo día sus voces eran el alimento de la democracia que yo necesitaba para resistir la maldad y la brutalidad que un lado del Estado brasileño ha hecho conmigo y con la democracia brasileña", ha dicho.
Luego también ha agradecido a personalidades, organizaciones sociales y su equipo de abogados y colaboradores del PT, que trabajaron por su libertad. Asimismo, ha mencionado y besado a la socióloga Rosángela Da Silva, su actual pareja y prometida.
El fundador del PT ha abandonado la cárcel, poco después de que el magistrado de ejecución de penas Danilo Pereira haya determinado dar luz verde a la solicitud presentada la misma jornada por la defensa ante la Justicia Federal de Curitiba, tras la anulación de prisión en segunda instancia dictada por el Supremo Tribunal Federal (STF).
El jueves, los jueces del STF determinaron, tras una votación, que las penas de prisión empezarán a cumplirse solo cuando el acusado agote todos los recursos disponibles, es decir, cuando no haya más recursos judiciales en proceso. Al líder de la izquierda le quedan todavía recursos pendientes, por lo que ha quedado en libertad.
Desde el pasado mes de septiembre, el ex mandatario está en régimen semiabierto porque había cumplido una sexta parte de la primera condena, pero se negó a disfrutarlo por considerar que es tan solo una limosna frente a lo que reclama, su libertad.
La liberación del exmandatario (2003-2010), considerado el mejor presidente en la historia de Brasil, no significa el final del juicio sobre el triplex Guarujá, por el cual fue condenado por "corrupción y lavado de dinero" en primera instancia en julio de 2017. Por el contrario, el exmandatario esperará el juicio sobre las apelaciones que aún están pendientes en el Tribunal Superior de Justicia.
De ahí que el abogado de Lula, Cristiano Zanin, estime que “batalla jurídica continúa y nuestro foco es la anulación de todo el proceso que llevó a su condena”.
El ex presidente ha denunciado en varias ocasiones ser víctima de una "masacre" mediática. Su defensa afirma que su cliente fue blanco de una persecución judicial para impedir su vuelta a la Presidencia de Brasil.
Lula también ha cargado contra el juez que procesó y ordenó su encarcelamiento. "Quiero que todos sepan que (el juez Sergio Moro) no encarceló a un hombre, quisieron encarcelar y matar una idea y las ideas no se encierran, no se matan", ha dicho el líder petista, que también ha llamado "mentiroso" al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Previamente, dirigiéndose a los miles de simpatizantes que lo esperaban a la salida de la cárcel, Lula ha destacado "la dimensión" de ese momento y ha agradecido el acompañamiento perenne de sus seguidores mientras estuvo privado de la libertad.
"No importa si llovía, si hacían 40 grados o si hacían cero grados, todo el santo día sus voces eran el alimento de la democracia que yo necesitaba para resistir la maldad y la brutalidad que un lado del Estado brasileño ha hecho conmigo y con la democracia brasileña", ha dicho.
Luego también ha agradecido a personalidades, organizaciones sociales y su equipo de abogados y colaboradores del PT, que trabajaron por su libertad. Asimismo, ha mencionado y besado a la socióloga Rosángela Da Silva, su actual pareja y prometida.
El fundador del PT ha abandonado la cárcel, poco después de que el magistrado de ejecución de penas Danilo Pereira haya determinado dar luz verde a la solicitud presentada la misma jornada por la defensa ante la Justicia Federal de Curitiba, tras la anulación de prisión en segunda instancia dictada por el Supremo Tribunal Federal (STF).
El jueves, los jueces del STF determinaron, tras una votación, que las penas de prisión empezarán a cumplirse solo cuando el acusado agote todos los recursos disponibles, es decir, cuando no haya más recursos judiciales en proceso. Al líder de la izquierda le quedan todavía recursos pendientes, por lo que ha quedado en libertad.
Desde el pasado mes de septiembre, el ex mandatario está en régimen semiabierto porque había cumplido una sexta parte de la primera condena, pero se negó a disfrutarlo por considerar que es tan solo una limosna frente a lo que reclama, su libertad.
La liberación del exmandatario (2003-2010), considerado el mejor presidente en la historia de Brasil, no significa el final del juicio sobre el triplex Guarujá, por el cual fue condenado por "corrupción y lavado de dinero" en primera instancia en julio de 2017. Por el contrario, el exmandatario esperará el juicio sobre las apelaciones que aún están pendientes en el Tribunal Superior de Justicia.
De ahí que el abogado de Lula, Cristiano Zanin, estime que “batalla jurídica continúa y nuestro foco es la anulación de todo el proceso que llevó a su condena”.
El ex presidente ha denunciado en varias ocasiones ser víctima de una "masacre" mediática. Su defensa afirma que su cliente fue blanco de una persecución judicial para impedir su vuelta a la Presidencia de Brasil.
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