(21/08/19 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires)-.Los policías asesinando ciudadanos parecen ser una constante en la administración macrista que, en la figura de su máximo referente, Mauricio Macri, no sólo no condena estos hechos, sino que felicita a los asesinos.
La argentina neoliberal de Cambiemos es una sociedad mucho más insegura que la de la gestión anterior, porque, aunque muchas personas prefieran enterrar la cabeza bajo tierra, nadie puede negar que cualquier persona que circule por la calle puede ser asesinada por un miembros de los cuerpos de seguridad, los que luego corpòrativamente harán lo necesario para encubrir el hecho.
En este caso, un efectivo de la Policía Metropolitana que comanda Horacio Rodríguez Larreta, el mismo que era titular del PAMI cuando René Favaloro se suicidó tras recibir un pedido de coima desde esa institución, mató de una patada en el pecho a una persona que cometió el delito de caminar por una bicisenda.
El hecho, de no haber sido registrado por cámaras de video, hubiera pasado como un hecho producto de la resistencia del individuo tal como resalta el parte redactado por la fuerza.
El parte policial
"Procedimiento sin detenido"
Así empieza el parte de la Policía de la Ciudad, que relata cómo personal de la fuerza fue alertado el día de ayer de que un "masculino obeso, cabellos negros cortos vestido con pantalón negro, remera negra, pullover rojo" entorpecía el tránsito en Calvo 2664.
"Se procedió a dar la voz de alto y tocar el silbato policial a los efectos de que deponga su actitud", reza la breve reseña, según la cual, a continuación el sujeto extrajo un cuchillo tramontina y avanzó hacia el oficial Ramírez "con una actitud desafiante y mirada perdida". Entonces el oficial "procede a propinar una patada frontal a la altura del estómago, para así marcar distancia, lo que originó que el masculino caiga pesadamente hacia atrás".
La reseña procede a describir el pedido de refuerzos y la llegada de una ambulancia del SAME, pero un detalle llama la atención: "tomándose conocimiento luego de que el individuo falleciera en la guardia médica desconociéndose las circunstancias".
Cinismo y encubrimiento
Luego de la felicitación personal de Mauricio Macri al policía homicida Luis chocobar por haber acribillado a un ladrón indefenso, las fuerzas de seguridad de la alianza derechista se sintieron envalentonadas, por si esto fuera necesario y se alejaron una vez más, si alguna vez no lo estuvieron de la sociedad a la que deberían proteger.
Fuerzas de seguridad que tienen, durante la administración de la alianza neoliberal el triste récord de haber desaparecido por tres meses a un joven artesano que cometió el delito de protestar; de haber asesinado a un miembro de los Pueblos Originarios por la espalda y de haber provocado la muerte de cuatro jóvenes por el delito de circular en una auto. Todo ello prolijamente encubierto por la fuerza que cometió el crimen y prohijado por el gobierno en todos sus estamentos.
Es hora que los argentinos nos preguntemos si deseamos vivir en esta sociedad y que recordemos con total precisión sus protagonistas.
Porque el jefe de la policía que asesinó a patadas a una persona es quien era jefe del PAMI en el gobierno que asesinó a decenas de personas en 2001; porque la jefa de la policía que asesinó a cuatro jóvenes que paseaban en un auto era una de las personas de confianza del jefe del PAMI en el gobierno que asesino a decenas de personas en 2001.
No nos olvidemos de nuestra historia. Los globos cambian de color, pero los apellidos se repiten una y otra vez hasta el cansancio y a esta altura de nuestra historia de entregas y cipayismo podríamos parafrasear a Albert Einstein y decir que "Locura es votar lo mismo una y otra vez esperando obtener distintos resultados".
La argentina neoliberal de Cambiemos es una sociedad mucho más insegura que la de la gestión anterior, porque, aunque muchas personas prefieran enterrar la cabeza bajo tierra, nadie puede negar que cualquier persona que circule por la calle puede ser asesinada por un miembros de los cuerpos de seguridad, los que luego corpòrativamente harán lo necesario para encubrir el hecho.
En este caso, un efectivo de la Policía Metropolitana que comanda Horacio Rodríguez Larreta, el mismo que era titular del PAMI cuando René Favaloro se suicidó tras recibir un pedido de coima desde esa institución, mató de una patada en el pecho a una persona que cometió el delito de caminar por una bicisenda.
El hecho, de no haber sido registrado por cámaras de video, hubiera pasado como un hecho producto de la resistencia del individuo tal como resalta el parte redactado por la fuerza.
El parte policial
"Procedimiento sin detenido"
Así empieza el parte de la Policía de la Ciudad, que relata cómo personal de la fuerza fue alertado el día de ayer de que un "masculino obeso, cabellos negros cortos vestido con pantalón negro, remera negra, pullover rojo" entorpecía el tránsito en Calvo 2664.
"Se procedió a dar la voz de alto y tocar el silbato policial a los efectos de que deponga su actitud", reza la breve reseña, según la cual, a continuación el sujeto extrajo un cuchillo tramontina y avanzó hacia el oficial Ramírez "con una actitud desafiante y mirada perdida". Entonces el oficial "procede a propinar una patada frontal a la altura del estómago, para así marcar distancia, lo que originó que el masculino caiga pesadamente hacia atrás".
La reseña procede a describir el pedido de refuerzos y la llegada de una ambulancia del SAME, pero un detalle llama la atención: "tomándose conocimiento luego de que el individuo falleciera en la guardia médica desconociéndose las circunstancias".
Cinismo y encubrimiento
Luego de la felicitación personal de Mauricio Macri al policía homicida Luis chocobar por haber acribillado a un ladrón indefenso, las fuerzas de seguridad de la alianza derechista se sintieron envalentonadas, por si esto fuera necesario y se alejaron una vez más, si alguna vez no lo estuvieron de la sociedad a la que deberían proteger.
Fuerzas de seguridad que tienen, durante la administración de la alianza neoliberal el triste récord de haber desaparecido por tres meses a un joven artesano que cometió el delito de protestar; de haber asesinado a un miembro de los Pueblos Originarios por la espalda y de haber provocado la muerte de cuatro jóvenes por el delito de circular en una auto. Todo ello prolijamente encubierto por la fuerza que cometió el crimen y prohijado por el gobierno en todos sus estamentos.
Es hora que los argentinos nos preguntemos si deseamos vivir en esta sociedad y que recordemos con total precisión sus protagonistas.
Porque el jefe de la policía que asesinó a patadas a una persona es quien era jefe del PAMI en el gobierno que asesinó a decenas de personas en 2001; porque la jefa de la policía que asesinó a cuatro jóvenes que paseaban en un auto era una de las personas de confianza del jefe del PAMI en el gobierno que asesino a decenas de personas en 2001.
No nos olvidemos de nuestra historia. Los globos cambian de color, pero los apellidos se repiten una y otra vez hasta el cansancio y a esta altura de nuestra historia de entregas y cipayismo podríamos parafrasear a Albert Einstein y decir que "Locura es votar lo mismo una y otra vez esperando obtener distintos resultados".
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