El Líbano fue objeto este fin de semana de tres ataques por parte de Israel, en la región de Bekaa en el Líbano, un área fronteriza con Siria, así como en el sur de Beirut.
De acuerdo con medios locales, los ataques fueron con aeronaves no tripuladas, drones, que si bien no dejaron víctimas mortales de la población local, sí generaron daños materiales.
El secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, denunció los ataques en la ciudad de Zahlé y en la capital libanesa, Beirut. Advirtió que, en lo sucesivo, derribarán los drones que violen el espacio aéreo libanés.
Además, Nasralá aseguró que Hezbolá se hará cargo de evitar a toda costa que Israel repita en Líbano las agresiones que cometió contra Irak.
“Ha pasado ya el tiempo en el que los cazas israelíes violaban nuestro cielo y nos agredían mientras la entidad sionista disfrutaba de seguridad”, aseguró el secretario general de Hezbolá.
Nasralá también advirtió a los soldados israelíes que se mantengan situados en el muro fronterizo en espera de una respuesta por parte de Hezbolá en cualquier momento.
Líbano e Israel tuvieron una guerra durante poco más de un mes y, desde entonces, no había registro de nuevos ataques, hasta el domingo cuando la provincia libanesa recibió la agresión de los drones israelíes.
Tras el evento, el presidente libanés, Michel Aoun, aseguró que se trata de una "declaración de guerra" que viola la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), que puso fin a la guerra entre ambas naciones en 2006.
"Lo que ha ocurrido se considera una declaración de guerra que nos permite acogernos a nuestro derecho de defender nuestra soberanía, nuestra independencia y la seguridad de nuestra tierra", aseveró Aoun.
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