Según anunció el jueves el diario israelí Yedioth Ahronoth, funcionarios de la aludida cartera habían sido informados de la escasez de presupuesto para acoger a delegaciones extranjeras y se les pidió “encontrar soluciones” al problema.
El rotativo señaló también que en algunos casos visitantes extranjeros tuvieron que alojarse en casas de funcionarios israelíes ante la falta de dinero para alquilarles una habitación de hotel.
“El ministerio de relaciones exteriores se declaró en bancarrota”, destacó Yedioth Ahronoth y agregó que en varias ocasiones el personal de dicho ministerio ni siquiera pudo proporcionarles café u otras bebidas a delegados extranjeros.
La pasada semana, el citado ministerio informó a sus empleados que no era capaz de proveerles libretas de apuntes, que cuestan más de 15 shekels israelíes (casi 5 dólares estadounidenses), apostilló el rotativo.
La crisis financiera que atraviesa Israel se profundiza mientras que autoridades del régimen, incluyendo el primer ministro Benjamín Netanyahu, están acusadas de corrupción y malversación de fondos.
La policía israelí ha acusado formalmente a Netanyahu de una serie de cargos derivados de indagaciones por los casos 1000, que investiga la recepción de regalos de lujo, por valor de 282 000 dólares, a cambio de favores, y por los casos 2000 y 4000, que investigan posibles pactos o intercambio de favores, a cambio de coberturas favorables en importantes grupos de comunicación.
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