Pese a las denuncias de China, el Gobierno de Estados Unidos presidido por Donald Trump dio luz verde el martes a una venta de 8000 millones de dólares por 66 aviones de combate F-16 y también equipos relacionados a Taiwán.
En este sentido, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, ha manifestado este miércoles la oposición de su país a esta decisión de la Casa Blanca, señalando que Pekín tiene la intención de imponer sanciones a las empresas estadounidenses, las cuales suministran armas a la isla, entre ellas la empresa Lockheed Martin.
“China condena la decisión de Estados Unidos. Ya hemos presentado quejas solemnes a EE.UU. y pedimos a Washington que reconozca plenamente los graves peligros de la venta de armas a Taiwán”, ha expresado Geng.
El portavoz de la Cancillería china además ha informado que el gigante asiático ya ha elevado una enérgica protesta a la Casa Blanca y ha expresado su repudio a las medidas de Estados Unidos.
De acuerdo con las palabras de Geng, las sanciones chinas afectarían también a la corporación estadounidense General Dynamics que fabrica los tanques Abrams y a la compañía Raytheon Missiles Systems que produce los misiles antiaéreos Stinger.
En otra parte de sus declaraciones, ha subrayado el portavoz chino que pese a las disputas y diferencias en temas de política y economía, la clave es resolver los problemas a través del diálogo.
China ha advertido en varias ocasiones a Washington que la venta de cazas F-16 a Taiwán le traerá graves consecuencias, agregando que tales medidas son en el marco de una injerencia en los asuntos internos del país asiático.
Pasando por alto las advertencias de China, el Pentágono aprobó además en julio equipar a Taiwán con 108 tanques, 250 lanzamisiles tierra-aire y otro tipo de armamentos por un valor estimado de 2200 millones de dólares.
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