(25/03/19 - Gestión Macri, Salud)-.Crecen las infecciones en adolescentes entre 15 y 19 años y se estima que un 55 % de los casos infantiles están subdiagnosticados y subtratados. Por decisión de Mauricio Macri, la cartera sanitaria fue degradada a Secretaría, siendo absorbida por Desarrollo Social.
La tuberculosis continúa siendo una enfermedad con gran incidencia a nivel mundial, lo que la convierte en una de las de mayor morbimortalidad. En el mundo es la principal causa de mortalidad provocada por un único agente infeccioso y la décima causa de defunción, principalmente en las personas VIH/SIDA.
La vulnerabilidad social, el acceso limitado a los servicios de salud, la estigmatización, la falta de un marco sanitario acorde, el hacinamiento en las grandes ciudades y la discriminación, son algunos de los factores -inherentes a la micobacteria- que dan lugar a que esta enfermedad siga generando cada vez más casos.
¿Cómo se transmite? El bacilo Mycobacterium tuberculosis o Bacilo de Koch (BK) se transmite de persona a persona, no existiendo ningún vector intermedio, como sucede por ejemplo en la enfermedad de Chagas, donde la vinchuca es el transmisor. El contagio más frecuente se realiza a través de la vía aérea.
El enfermo al toser, estornudar, escupir o simplemente hablar, libera al exterior por estos diferentes mecanismos los bacilos, que al estar en el aire y ser aspirados por personas sanas penetran en el organismo pudiéndolos infectar y enfermar.
¿Dónde se presenta? Si bien es más frecuente en los pulmones, la enfermedad puede presentarse en todo el organismo (cerebro, riñón, huesos, etcétera). En la tuberculosis pulmonar activa los síntomas son: tos persistente irritativa o productiva, esputo sanguinolento pudiendo tener episodio de hemoptisis (sangre que se expectora), dolor torácico, anemia, falta de apetito, pérdida de peso, cansancio, fiebre y episodios frecuentes de sudoración nocturna.
Estos signos, a veces solapados durante muchos meses, ocasionan demoras en la búsqueda de atención médica y su sospecha. Esto se debe a que puede confundirse con otras enfermedades, lo que aumenta el riesgo de no tener un diagnóstico temprano, facilitando el contagio a otras personas.
Tuberculosis en Argentina
En nuestro país solo durante 2017 se notificaron 11.659 casos en el país (tasa 26,5 casos por cada 100 mil habitantes) y las cifras de pacientes afectados van en aumento.
El grupo etario que mayor crecimiento ha tenido es el de los adolescentes entre 15 y 19 años. Éstos a menudo se presentan con infección tuberculosa, producto generalmente de los múltiples contactos que tienen en su vida de relación social, en su medio ambiente y en las diferentes instituciones educativas a las que concurren. Esto en particular requiere hoy más que nunca un estudio exhaustivo de los contactos de los enfermos con tuberculosis.
Se estima que en nuestro país la TB farmacorresistente más el abandono de los tratamientos y las dificultades socioeconómicas, contribuirán a que esta patología se convierta en poco tiempo en una severa crisis de salud pública. De todas formas, con la introducción de nuevos fármacos y el acortamiento de los tratamientos, crece la esperanza de controlar en un futuro la mayor parte de los casos.
¿Se puede prevenir? La tuberculosis es una enfermedad curable y prevenible. Por otra parte, existiendo un tratamiento gratuito altamente eficaz para prevenir, curar y evitar la mortalidad, resulta esencial fortalecer las acciones para garantizar su efectiva aplicación, especialmente en las áreas y grupos de población más vulnerable.
En 2018 la ONU incorporó el tema de la tuberculosis en su agenda a través de una declaración que advierte que la TB requiere una respuesta amplia, particularmente en el logro de la cobertura sanitaria universal, en la que se aborden los factores socio-ambientales y económicos determinantes de la enfermedad. La Organización se comprometió a trabajar junto a los programas de Control para acelerar colectivamente y con carácter de urgencia sus actividades, inversiones e innovaciones tanto a nivel nacional como mundial, para luchar contra esta enfermedad prevenible y tratable.
Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria se busca generar conciencia en la población, promoviendo la prevención de la enfermedad para mejorar el diagnóstico, el tratamiento y curación, para poder entre todos poner fin a la discriminación y al estigma que genera esta patología, impulsando la investigación y la innovación.
La tuberculosis continúa siendo una enfermedad con gran incidencia a nivel mundial, lo que la convierte en una de las de mayor morbimortalidad. En el mundo es la principal causa de mortalidad provocada por un único agente infeccioso y la décima causa de defunción, principalmente en las personas VIH/SIDA.
La vulnerabilidad social, el acceso limitado a los servicios de salud, la estigmatización, la falta de un marco sanitario acorde, el hacinamiento en las grandes ciudades y la discriminación, son algunos de los factores -inherentes a la micobacteria- que dan lugar a que esta enfermedad siga generando cada vez más casos.
¿Cómo se transmite? El bacilo Mycobacterium tuberculosis o Bacilo de Koch (BK) se transmite de persona a persona, no existiendo ningún vector intermedio, como sucede por ejemplo en la enfermedad de Chagas, donde la vinchuca es el transmisor. El contagio más frecuente se realiza a través de la vía aérea.
El enfermo al toser, estornudar, escupir o simplemente hablar, libera al exterior por estos diferentes mecanismos los bacilos, que al estar en el aire y ser aspirados por personas sanas penetran en el organismo pudiéndolos infectar y enfermar.
¿Dónde se presenta? Si bien es más frecuente en los pulmones, la enfermedad puede presentarse en todo el organismo (cerebro, riñón, huesos, etcétera). En la tuberculosis pulmonar activa los síntomas son: tos persistente irritativa o productiva, esputo sanguinolento pudiendo tener episodio de hemoptisis (sangre que se expectora), dolor torácico, anemia, falta de apetito, pérdida de peso, cansancio, fiebre y episodios frecuentes de sudoración nocturna.
Estos signos, a veces solapados durante muchos meses, ocasionan demoras en la búsqueda de atención médica y su sospecha. Esto se debe a que puede confundirse con otras enfermedades, lo que aumenta el riesgo de no tener un diagnóstico temprano, facilitando el contagio a otras personas.
Tuberculosis en Argentina
En nuestro país solo durante 2017 se notificaron 11.659 casos en el país (tasa 26,5 casos por cada 100 mil habitantes) y las cifras de pacientes afectados van en aumento.
El grupo etario que mayor crecimiento ha tenido es el de los adolescentes entre 15 y 19 años. Éstos a menudo se presentan con infección tuberculosa, producto generalmente de los múltiples contactos que tienen en su vida de relación social, en su medio ambiente y en las diferentes instituciones educativas a las que concurren. Esto en particular requiere hoy más que nunca un estudio exhaustivo de los contactos de los enfermos con tuberculosis.
Se estima que en nuestro país la TB farmacorresistente más el abandono de los tratamientos y las dificultades socioeconómicas, contribuirán a que esta patología se convierta en poco tiempo en una severa crisis de salud pública. De todas formas, con la introducción de nuevos fármacos y el acortamiento de los tratamientos, crece la esperanza de controlar en un futuro la mayor parte de los casos.
¿Se puede prevenir? La tuberculosis es una enfermedad curable y prevenible. Por otra parte, existiendo un tratamiento gratuito altamente eficaz para prevenir, curar y evitar la mortalidad, resulta esencial fortalecer las acciones para garantizar su efectiva aplicación, especialmente en las áreas y grupos de población más vulnerable.
En 2018 la ONU incorporó el tema de la tuberculosis en su agenda a través de una declaración que advierte que la TB requiere una respuesta amplia, particularmente en el logro de la cobertura sanitaria universal, en la que se aborden los factores socio-ambientales y económicos determinantes de la enfermedad. La Organización se comprometió a trabajar junto a los programas de Control para acelerar colectivamente y con carácter de urgencia sus actividades, inversiones e innovaciones tanto a nivel nacional como mundial, para luchar contra esta enfermedad prevenible y tratable.
Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria se busca generar conciencia en la población, promoviendo la prevención de la enfermedad para mejorar el diagnóstico, el tratamiento y curación, para poder entre todos poner fin a la discriminación y al estigma que genera esta patología, impulsando la investigación y la innovación.
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