El organismo ha resuelto este jueves inhabilitar al ahora exdiputado de la Asamblea Nacional (AN) –en desacato desde 2016– Juan Guaidó, con la pena máxima de 15 años para desempeñar cualquier cargo público por fraude fiscal.
El controlador oficialista Elvis Amoroso ha informado en una rueda de prensa que “esta acción se debe a la flagrante violación sistemática del deber dentro del órgano parlamentario por lo que se le considera responsable de cometer abuso y violación de la ley, además de usurpación de funciones públicas y de cometer acciones con gobiernos extranjeros en contra del orden constitucional de Venezuela”.
La Contraloría ha alegado que en sus declaraciones patrimoniales Guaidó no justificó gastos realizados en el país y en el extranjero, con fondos supuestamente provenientes del exterior.
“Ha realizado más de 91 viajes fuera del territorio con un costo que supera los 310 millones de bolívares (unos 94 000 dólares), sin justificar la fuente de ingreso”, ha apostillado.
Ha realizado más de 91 viajes fuera del territorio con un costo que supera los 310 millones de bolívares (unos 94 000 dólares), sin justificar la fuente de ingreso”, ha informado el contralor general Elvis Amoroso, en referencia al fraude fiscal que ha cometido el líder de la oposición Juan Guaidó.
Amoroso ha aseverado que estos gastos “no se corresponden” con los puede permitirse un diputado venezolano y ha agregado que se solicitará a los hoteles en los que se hospedó Guaidó dentro del país para aclarar cómo pagó el opositor su estadía.
De inmediato en un mitin político, el líder opositor ha desconocido la sanción alegando que el contralor fue designado por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que él considera ilegítima.
El Gobierno venezolano acusa a Guaidó de ser “agente de la CIA (Agencia Central de Inteligencia)” de Estados Unidos, usado por Washington para perpetrar un golpe de Estado en el país bolivariano.
Washington ha prestado un apoyo omnímodo al golpismo en Venezuela, para derrocar al legítimo presidente, Nicolás Maduro, con una campaña de presión militar, financiera y mediática, denunciada por diferentes países a lo largo del mundo, así como por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Las autoridades venezolanas han criticado en un sinfín de ocasiones que EE.UU. busca formar un gobierno títere en Venezuela, pero hasta el momento no han logrado nada, gracias al apoyo popular y la lealtad de los venezolanos a los valores de la Revolución Bolivariana, legado por el comandante fallido Hugo Chávez Frías.
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