(11/11/19 - Memoria, Verdad y Justicia)-.Después de muchas gestiones y pedidos se consiguió la desafectación de una parte del predio de la ex Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina (ESIM) que pasará del Ministerio de Defensa al de Justicia y Derechos Humanos. Allí desarrolla sus tareas el Espacio para la memoria y promoción de DDHH ex ESIM.
En el predio de quince hectáreas donde está apostado el faro de Punta Mogotes pertenecía al Ministerio de Defensa se emplazó durante la última dictadura cívico-militar la Escuela de Suboficiales de la Marina (ESIM) que funcionó como centro clandestino de detención y, al mismo tiempo, como un establecimiento de adoctrinamiento para ingresantes de la Infantería de Marina.
Con esta resolución se asigna en uso al Espacio para la memoria y promoción de DDHH ex ESIM una superficie aproximada de 34.600 metros cuadrados del bien inmueble propiedad del Estado nacional ubicado en la Avenida de los Trabajadores (ex Avenida Martínez de Hoz) 5700 de Mar del Plata y queda desafectado de la esfera del Ministerio de Defensa.
Los logros de ese trabajo colectivo comenzaron en 2013 cuando se convocó a las organizaciones a pensar en la apertura del espacio. Desde la década del ’90 muchos familiares y sobrevivientes comenzaron a pedir que el lugar tuviera un uso que respetara la memoria de lo que allí había sucedido.
“En ese momento se hablaba de museo no de espacio de memoria, y se peleó mucho para llegar hasta acá. Durante el menemismo incluso se implementó un parque de diversiones, eso se logró cerrar gracias a las manifestaciones en contra de organismos y familiares”, cuenta Ana Pecoraro la coordinadora del actual sitio de memoria.
En 2014 llegaron las habilitaciones para el uso del predio y la señalización ayudó a romper con años de silencio y abandono aunque no se desalojó a las fuerzas “por la función y el uso del faro”, explica Pecoraro. Fue un proceso e a pasos y complejo “se hizo la inauguración pero no había trabajadores, abríamos nosotros los fines de semana, tratábamos de sostener visitas guiadas para las escuelas, muchos éramos de las organizaciones, estábamos trabajando medio de hecho, sin convenio. Después pudimos ir formando el equipo de trabajo y tenemos un convenio desde diciembre de 2015”, agrega la coordinadora.
Otro punto de conflicto fue la convivencia con las fuerzas “muchas veces las tareas que se desarrollaban se vieron afectadas por la arbitrariedad y la falta de entendimiento con el personal de Hidrografía Naval con el que se comparte en la actualidad el predio”, dicen desde la gestión del Faro.
Con la desafectación como objetivo prioritario Pecoraro cuenta que estuvo atrás del expediente en cada movimiento “iba viendo cuando se trababa, por qué era, si faltaba algún papel agilizar eso; hubo reuniones con el Ministerio de Defensa en Buenos Aires y finalmente terminaron desafectando alrededor de cuatro mil metros cuadrados. Es una parte del predio no es el total es lo que pedimos por plano ni más ni menos y la gestión lo tomó”.
Lo que sigue ahora es un proceso de subdivisión de tareas y responsabilidades de cada institución. “Lo que nos dieron es del faro hacia el sur, para el norte está todo el edificio de la escuela de suboficiales que está abandonado y queremos que se lo entreguen a la universidad”, dice la coordinadora y agrega: “tenemos ganas de armar un parque de la memoria y proyectos hay un montón. Si la universidad toma ese predio va a ser en un proyecto integrado al espacio de memoria”.
En el predio de quince hectáreas donde está apostado el faro de Punta Mogotes pertenecía al Ministerio de Defensa se emplazó durante la última dictadura cívico-militar la Escuela de Suboficiales de la Marina (ESIM) que funcionó como centro clandestino de detención y, al mismo tiempo, como un establecimiento de adoctrinamiento para ingresantes de la Infantería de Marina.
Con esta resolución se asigna en uso al Espacio para la memoria y promoción de DDHH ex ESIM una superficie aproximada de 34.600 metros cuadrados del bien inmueble propiedad del Estado nacional ubicado en la Avenida de los Trabajadores (ex Avenida Martínez de Hoz) 5700 de Mar del Plata y queda desafectado de la esfera del Ministerio de Defensa.
Los logros de ese trabajo colectivo comenzaron en 2013 cuando se convocó a las organizaciones a pensar en la apertura del espacio. Desde la década del ’90 muchos familiares y sobrevivientes comenzaron a pedir que el lugar tuviera un uso que respetara la memoria de lo que allí había sucedido.
“En ese momento se hablaba de museo no de espacio de memoria, y se peleó mucho para llegar hasta acá. Durante el menemismo incluso se implementó un parque de diversiones, eso se logró cerrar gracias a las manifestaciones en contra de organismos y familiares”, cuenta Ana Pecoraro la coordinadora del actual sitio de memoria.
En 2014 llegaron las habilitaciones para el uso del predio y la señalización ayudó a romper con años de silencio y abandono aunque no se desalojó a las fuerzas “por la función y el uso del faro”, explica Pecoraro. Fue un proceso e a pasos y complejo “se hizo la inauguración pero no había trabajadores, abríamos nosotros los fines de semana, tratábamos de sostener visitas guiadas para las escuelas, muchos éramos de las organizaciones, estábamos trabajando medio de hecho, sin convenio. Después pudimos ir formando el equipo de trabajo y tenemos un convenio desde diciembre de 2015”, agrega la coordinadora.
Otro punto de conflicto fue la convivencia con las fuerzas “muchas veces las tareas que se desarrollaban se vieron afectadas por la arbitrariedad y la falta de entendimiento con el personal de Hidrografía Naval con el que se comparte en la actualidad el predio”, dicen desde la gestión del Faro.
Con la desafectación como objetivo prioritario Pecoraro cuenta que estuvo atrás del expediente en cada movimiento “iba viendo cuando se trababa, por qué era, si faltaba algún papel agilizar eso; hubo reuniones con el Ministerio de Defensa en Buenos Aires y finalmente terminaron desafectando alrededor de cuatro mil metros cuadrados. Es una parte del predio no es el total es lo que pedimos por plano ni más ni menos y la gestión lo tomó”.
Lo que sigue ahora es un proceso de subdivisión de tareas y responsabilidades de cada institución. “Lo que nos dieron es del faro hacia el sur, para el norte está todo el edificio de la escuela de suboficiales que está abandonado y queremos que se lo entreguen a la universidad”, dice la coordinadora y agrega: “tenemos ganas de armar un parque de la memoria y proyectos hay un montón. Si la universidad toma ese predio va a ser en un proyecto integrado al espacio de memoria”.
Publicar un comentario