(04/09/19 - Estados Unidos)-.La Organización de Naciones Unidas ha denunciado la detención ilimitada e inhumana de niños inmigrantes en Estados Unidos, destacando que esta medida está en contra de las leyes internacionales.
“(Convertir en ilimitada la detención de menores) es contrario a todas las convenciones legales, al derecho internacional, a los derechos humanos y a las leyes sobre los niños”, así ha lamentado este miércoles la alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Con estos comentarios, Bachelet ha mostrado su alta preocupación por la reciente decisión del Gobierno estadounidense de querer detener el acuerdo judicial de “Flores”, suscrito en 1997, que no autoriza a las autoridades federales a retener a los menores indocumentados más de 20 días.
La idea preparada, anunciada a finales del pasado mes de agosto, es el último intento del presidente norteamericano, Donald Trump, para tratar de frenar una ola de migración que no tiene precedentes en la frontera entre Estados Unidos y su país vecino México.
La jefa de los DD.HH. de la ONU, no obstante, ha destacado que la Convención Internacional de Derechos de los Niños estipula que sólo pueden estar detenidos como último recurso y durante el menor tiempo posible.
Bachelet, además, ha reprochado que unos centenares de menores suplementarios fueran separados de sus familias desde junio de 2018 en EE.UU. por las polémicas medidas antimigrantes de Washington.
“Pensamos que la separación arbitraria de las familias constituye una injerencia arbitraria e ilegal en la vida familiar y una grave violación a los derechos de los niños”, ha agregado Bachelet, para después condenar la nueva regla estadounidense que rechaza la ciudadanía a los migrantes con bajos ingresos.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha dispuesto diversas medidas contra los indocumentados, entre ellas, militarizar la frontera con México, detener a miles de migrantes irregulares y separar a los padres de sus hijos que habían logrado entrar en suelo estadounidense.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la normativa migratoria adoptada por el mandatario estadounidense recorta drásticamente los derechos básicos y libertades para quienes los reúnen y no está en línea con las obligaciones internacionales.
“(Convertir en ilimitada la detención de menores) es contrario a todas las convenciones legales, al derecho internacional, a los derechos humanos y a las leyes sobre los niños”, así ha lamentado este miércoles la alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Con estos comentarios, Bachelet ha mostrado su alta preocupación por la reciente decisión del Gobierno estadounidense de querer detener el acuerdo judicial de “Flores”, suscrito en 1997, que no autoriza a las autoridades federales a retener a los menores indocumentados más de 20 días.
La idea preparada, anunciada a finales del pasado mes de agosto, es el último intento del presidente norteamericano, Donald Trump, para tratar de frenar una ola de migración que no tiene precedentes en la frontera entre Estados Unidos y su país vecino México.
La jefa de los DD.HH. de la ONU, no obstante, ha destacado que la Convención Internacional de Derechos de los Niños estipula que sólo pueden estar detenidos como último recurso y durante el menor tiempo posible.
Bachelet, además, ha reprochado que unos centenares de menores suplementarios fueran separados de sus familias desde junio de 2018 en EE.UU. por las polémicas medidas antimigrantes de Washington.
“Pensamos que la separación arbitraria de las familias constituye una injerencia arbitraria e ilegal en la vida familiar y una grave violación a los derechos de los niños”, ha agregado Bachelet, para después condenar la nueva regla estadounidense que rechaza la ciudadanía a los migrantes con bajos ingresos.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha dispuesto diversas medidas contra los indocumentados, entre ellas, militarizar la frontera con México, detener a miles de migrantes irregulares y separar a los padres de sus hijos que habían logrado entrar en suelo estadounidense.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la normativa migratoria adoptada por el mandatario estadounidense recorta drásticamente los derechos básicos y libertades para quienes los reúnen y no está en línea con las obligaciones internacionales.
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