La sentencia, dictada por los jueces Alejandro Piña, María Paula Marisi y Daniel Carell, constituye en rigor la primera condena por apropiación ilegitima de bebés en esa provincia cuyana.
Carabajal fue condenado a diez años de prisión por ser coautor de la sustracción, retención y alteración del estado civil de una menor de diez años, en tanto el matrimonio Bozzo-Reitano fue sentenciado a tres años de prisión por el ocultamiento, alteración y falsedad ideológica, de la identidad de Domínguez.
Carabajal, en su declaración más impactante, dijo al tribunal: "Siento mucho dolor por el daño que causé a Claudia y a mi familia, pido disculpas, yo nunca entregué un papel, tampoco di directivas de qué tenían qué hacer los padres adoptivos con la bebé, y nunca conocí a sus padres biológicos, creí que estaba haciendo un gran bien dando esa niña a un hogar bien constituido."
La jornada de hoy, a sala llena, se extendió poco más de cuatro horas, luego de un cuarto intermedio que finalizó cerca del mediodía. Contó con la presencia de representantes de distintos partidos políticos y agrupaciones de derechos humanos de la provincia, en un juicio que se desarrolló en diez audiencias, desde su comienzo en octubre del año pasado.
En diálogo con Telam, el fiscal Daniel Rodríguez expresó su sensaciones: "Creo que es una condena importante más allá de las diferencia de criterios que pueden existir entre el Ministerio público fiscal, el tribunal y la defensa".
Por su parte, el querellante y representante de Abuelas de Plaza de Mayo Pablo Salinas señaló: "Estoy conforme porque el tribunal nos dio la razón: condenó a Carabajal. En cuanto a la sentencia del matrimonio Bozzo-Reitano, ellos no eran parte del terrorismo de Estado y está bien que la pena sea inferior; además, aportaron datos que nos pueden servir para recuperar nietos sin identidad".
Domínguez recuperó su identidad en agosto de 2015, cuando el Banco Nacional de Datos Genéticos confirmó su ADN compatible en un 99,9% con el de los abuelos paternos y maternos de la familia Domínguez-Castro, convirtiéndose en la nieta recuperada número 117 y en el segundo caso de restitución de identidad en Mendoza.
La nieta recuperada 117 es hija del matrimonio de los militantes del Partido Comunista Walter Domínguez y Gladys Castro, quien estaba embarazada de seis meses cuando ambos fueron secuestrados y desaparecidos en diciembre de 1977.
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